domingo, 6 de marzo de 2011

Esperanza: cómo tenerla

Dos ranas cayeron al mismo tiempo en dos vasijas diferentes que contenían leche. Una de las ranas dice: “No puedo salir de este cacharro, porque las paredes son muy lisas. No puedo respirar en la leche, voy a asfixiarme, estoy perdida”. Cada minuto que pasaba se sentía desesperada, no veía la salida para su situación. Nadie iba a ayudarla, se decía a sí misma esta rana. Además, pensaba que no valía la pena seguir luchando por salir de la vasija de leche, y que TODO ESTABA PERDIDO. Se cansó de seguir intentando salir de la vasija, dejó de luchar y se ahogó.

Mientras tanto, la otra rana está en su vasija llena de leche. No sabe qué hacer para salir de ahí. Al fin y al cabo, todo pasó de repente, y no estaba preparada de antemano con una estrategia para salir de la vasija. Pero esta rana estaba acostumbrada a luchar, a tratar de hacer algo para salir adelante a pesar de las circunstancias. Se decía: "Vamos rana, tú eres una campeona, tú has podido salir de peores situaciones que esta. Tú puedes, ¡vamos! sigue luchando". Ni por un instante pensó esta rana en darse por vencida. Esa no sería jamás una opción. Sabía que valía la pena seguir luchando, aunque no supiera CÓMO saldría de allí. Y pensaba, además, que estar metida en una vasija de leche era algo circunstancial. Esa vasija de leche, y esa circunstancia de ese momento, no sería el fin de su vida. Había salido de crisis peores, y de esta, saldría también.

Así que comenzó a agitarse en todos los sentidos. Estaba moviéndose continuamente. No esperaba a que apareciera alguien a sacarla: ella podría sola salir de la vasija. Al moverse continuamente, bate la leche con tanto vigor que ésta se transforma en mantequilla. La rana entonces salta sobre la mantequilla y sale de la vasija.


"Las ranas en las tinajas de leche"

Tod@s nosotros somos, o hemos sido, como una de esas dos ranas.

¿Cuál fue la diferencia entre ellas?

En una sola palabra:

E S P E R A N Z A

Bien dice una famosa canción que hay pintarse la cara Color Esperanza.

P E R O . . .

¿Es posible hoy en día tener
ESPERANZA en el corazón?

Cada cual recuerda una película, una historia, un relato, o quizás un famoso refrán que avive la esperanza en el alma.

La esperanza es LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE.

Eso dice un famoso dicho. Pero para muchas personas ese dicho no se cumple porque sencillamente ya no tienen esperanza, o tal vez, nunca la han tenido.

Y, ¿qué es la esperanza?

Es un estado mental y emocional que da certeza y seguridad sobre las cosas que deseamos. Quien tiene esperanza confía en conseguir lo que desea, cree que ha de suceder lo que espera.

En el caso de la rana que murió, no tenía esperanza. Jamás creyó que sucedería que saldría de la vasija. En cambio, la rana que salió de la vasija SIEMPRE tuvo esperanza. Mantuvo pensamientos y sentimientos positivos y optimistas sobre el hecho de que, así no supiera cómo, saldría de la vasija. Y así sucedió.

La Biblia habla sobre la esperanza.

Hay relatos bíblicos que parecieran reflejar nuestra vida en algún momento, y nos dan esperanza, porque son ejemplos de mujeres y hombres reales, con vidas que tuvieron conflictos, dudas, no sabían qué hacer, estaban perdidos, y Dios les ayudó. Sí, fueron personas con esperanza, que siempre creyeron que Dios, así fuera en el último segundo del partido, les daría la victoria.

Uno no ve en la Biblia a gente que las tenía todas consigo, y no necesitaba a Dios. Una mujer viuda, una estéril, una nación acorralada entre el mar y un poderoso ejército, o un pastorcillo enfrentando a un gigante de 3 metros de estatura, son relatos que nos enseñan que tener esperanza es la diferencia entre la victoria y la derrota, o entre la vida y la muerte.

Dice la Biblia:

Jeremías 29:11
Porque yo mismo bien conozco los pensamientos que estoy pensando para con ustedes —es la expresión de Jehová—, pensamientos de paz, y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza.

Sí, Jehová piensa, tiene pensamientos sobre cada un@ de nosotr@s. ¿Qué piensa, exactamente?
Pensamientos de Paz.

En hebreo, Paz significa Scha·lóhm.

Para Dios, la Paz es: Salud, estar sano y salvo, bienestar, la totalidad o la cualidad de estar completo. Significa bienestar, salvación y concordia, además de ausencia de disturbio.

Dice esa cita bíblica que los pensamientos que Dios tiene sobre un@, son pensamientos de Paz, y tienen un efecto: producen esperanza y un futuro.

¿Es creíble pensar que Jehová Dios tiene pensamientos acerca de un@ que sean de Paz, que resulten en esperanza para un futuro mejor PARA MÍ AHORA MISMO?

Tod@s tenemos problemas. Y esos problemas tienen solución. No es necesario hacer un inventario en este momento de cuáles son nuestros problemas. Sabemos cuáles son, y Dios lo sabe también.

Lo importante es tener claro que, a diferencia de la rana perseverante, tenemos la ayuda de Dios disponible para hacer frente a nuestros problemas.

El primer paso para tener esa esperanza de que podremos salir adelante comienza con la oración:

Filipenses 4:6-7
No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; 7 y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús.

Pongamos la lupa en esa frase: La paz de Dios que supera a TODO PENSAMIENTO guardará sus corazones y facultades mentales.

¿Qué efecto emocional tienen los problemas que enfrentamos y las diversas situaciones que se nos presentan?

Depresión, angustia, ansiedad. Esos estados emocionales son todo lo contrario a la Paz de Dios. Tenemos una especie de martillo en nuestra mente que nos recuerda día y noche lo grave del problema, nos da temor y nos paralizamos. ¿Nos ha pasado? Sí.

Recordemos a la rana que salió de la vasija. Si se hubiera quedado paralizada por el temor a morir ahogada, sencillamente no sale.

Tener esperanza no es una opción entre 2; es la ÚNICA opción si queremos salir adelante.

Si buscáramos en la Biblia cuál de los 66 libros que componen las Escrituras es el que más menciona la palabra esperanza, nos sorprendería saber que son los libros de Romanos y Job.

¿Habla el libro de Job sobre la esperanza?

¿No se supone que Job lo PERDIÓ TODO?

¿Qué esperanza puede tener un hombre enfermo, que QUEDÓ SIN NADA?

Sí, efectivamente, fue Job uno de los hombres que habló más sobre la esperanza. Y hablaba de ella no como catarsis emocional, o como una ilusión pasajera, o para pasar el trago amargo de perder a sus hijos, su riqueza y hasta tener una grave crisis matrimonial y padecer una grave enfermedad.

Job 6:8
¡Oh, que viniera lo que solicité y que Dios otorgara aun mi esperanza!

Job tenía esperanza, porque TODA su vida, había tenido fe y confianza en Dios, y ahora, viviendo la peor crisis de su vida, no iba a dejar de tener esperanza, aun cuando no había nada que le hiciera creer que las cosas cambiarían.

Si Job, con todo lo que sufrió, tuvo esperanza de una vida mejor con la ayuda de Dios, ¿cómo no tenerla un@, pase lo que pase en este momento?

Job razonó:

Porque existe esperanza hasta para un árbol. Si es cortado, todavía brota de nuevo, y su propia ramita no cesa de ser. 8 Si su raíz envejece en la tierra, y en el polvo muere su tocón, 9 al olor del agua brota, y ciertamente produce rama mayor como planta nueva.
Job 14:7-9

Sí, si existe esperanza para un árbol, ¿cómo no haberla para alguien en quien piensa Jehová pensamientos de Paz, para darle un futuro y una esperanza?

El libro de la Biblia que más menciona la palabra esperanza es Romanos. Lo hace 14 veces.

Veamos una de ellas:

Romanos 8:24-25
Porque fuimos salvados en esta esperanza; pero la esperanza que se ve no es esperanza, porque, cuando el hombre ve una cosa, ¿la espera? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, seguimos aguardándolo con aguante.

¿Qué significa esto?

Que no importa qué estemos viviendo en este momento, si confiamos en Dios sin dudar, Él nos ayudará a solucionar nuestros problemas, y a alcanzar una vida en bienestar y plenitud ¿Es eso una ilusión? No, es una promesa de Dios, que no puede mentir.

La rana no VEÍA CÓMO salir de la vasija. Nosotros tampoco vemos CÓMO salir de nuestros problemas. Pero, si uno confía en Jehová, Él, a Su Tiempo y Manera, nos da la salida.